Marcha diciembre


Marcha diciembre. El asfalto caliente no logra vaporizar la voluntad de resistencia y protesta de los miles de trabajadores que día a día se congregan frente al congreso para reclamar frente a sus legítimos representantes por el ajuste al que se pretende someter a la clase trabajadora y jubilados. 
Marcha diciembre. Precavido y sigiloso para no caer en los manejos y emboscadas provocadoras que desatarían un enfrentamiento violento, beneficioso para nadie.
Marcha diciembre. En medio del recuerdo del 2001 donde similares circunstancias finalizaron con la caída del presidente De la Rua. Un contexto y circunstancias similares nos remontan a ese ayer cercano y trágico.
Marcha diciembre. Ante la sordera del oficialismo y el muro impuesto entre los trabajadores y quienes lo representan.Un muro que también nos remonta a lugares oscuros de nuestra historia con una seguridad pertrechada para combatir narcotraficantes, si ello se hiciera. 
Marcha diciembre.Montaje tras montaje cinematográfico de detenciones sin el debido proceso malogrando nuestro estado de derecho en un todo. Sin olvidar la desaparición forzada de Santiago Maldonado sin respuesta y el Submarino desaparecido en las aguas turbias de la corrupción. Y la bala en la espalda del mapuche Rafael Nahuel.

La violación de la Constitución Nacional.
La supremacía de los tratados internacionales con rango constitucional, que se votara en la Constituyente del año 1994 por varios que luego fueron presidentes, nos han dejado esta tobillera electrónica que hoy padecemos. 
Confiemos en la lucha histórica de los trabajadores, ese es el eje de esta pelea, como siempre lo fue.
Abandonemos el proceso electoral de los partidos en esta instancia donde nadie debe sobresalir por sus propios intereses partidarios, sino elevarnos por sobre todas las cosas como argentinos, amantes de su suelo y sus recursos pero sobretodo amantes de su destino  común con derechos y garantías.

Hemos estado siempre al filo del abismo, llevados ahí por dirigentes incompetentes y ambiciosos de poder. Sin alma ni mente para resolver los problemas acuciantes que hemos tenido. 
Hoy, pidamos a Dios la fortaleza para defender a nuestros padres y abuelos. 
Pidamos a Dios la luz para saber como hacerlo en paz.
A.P.

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