
Como un ritual desesperado, el sexo fue, es y será, el leiv motiv de los hombres hambrientos de placer...No bastan las cartas de amor, los regalos, las sorpresas, los desayunos con flores o cualquier otra atención que ellas les hagan. Ellos siempre conseguirán lo que quieren porque saben como convencerlas y llevarlas por los más recónditos pasajes que conducen al más infinito placer... Pero ¿y el amor? para la gran mayoría de ellos, es solo una palabra sin contenido, abstracta, que remite a las historias más bellas de la antiguedad, pero nada más. El hombre busca placer por instinto (ojo! la mujer también), pero a diferencia de ésta, a ellos nos les importa si para conseguirlo logran lastimarla... en sus sentimientos más profundos. Por eso: A no dejarse engañar!! Es difícil encontrar al indicado que quiera más que una noche desaforada entre las sábanas. Se estima que uno de cada diez hombres consideran al sexo un aspecto secundario en una relación... ¿Quién será la afortunada en quedarse con él?
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